Alas letales es la decimocuarta misión de la historia de Dragon Age: The Veilguard. Se activará si al final de El mejor amigo de un guarda escoges ayudar a Treviso. A lo largo de esta guía te iremos dando todas las claves para superar con éxito cada parte, así como las habituales indicaciones sobre coleccionables, misiones secundarias y en este caso, las decisiones que hemos tomado al avanzar en la trama.
Ten presente que si escoges ir a Minrathous, la misión será otra. No habrá mayores problemas que los argumentales (y las consiguientes consecuencias en tu relación con Neve o Lucanis en función de tu elección), pero no tendrá un impacto tan directo en la jugabilidad como podría pensar el jugador más catastrófico. Por razones bastante obvias, no hay exploración que hacer, sigue el marcador y baja las escaleras o salta desde la viga para llegar a la puerta por a que continuar.
Elimina a los enemigos y evita las zonas de daño del jardín hasta encontrarte con Teia. Después de las secuencias te verás las caras con Corius el garragélida.
Como puedes imaginar, este dragón es vulnerable al Fuego y resistente al Hielo. Si tienes alguna habilidad que cause Quemadura, mejor aún. Al conseguir llenar la barra de desgaste, podrás golpear directamente al pecho para causar daño hasta que se levante y eso debería bastar para que se retire temporalmente.
- Treviso es más importante – Hemos escogido esta opción.
- Me pone de los nervios.
- Este no es el fin.
La misión termina aquí, llevándonos directamente a Minrathous. En el intermedio tendremos más diálogos con opciones que escoger.
- Podría haber sido peor – Hemos escogido esta opción.
- He preguntado por Minrathous.
- El dragón se escapó.
Después de esto pasarás a Completando la guardia del Velo.